Así pues, estamos ante una tentación diabólica de lo más sutil. Una sugerencia aparentemente inocente tendría de hecho implicaciones muy serias. Debemos saber que en la vida cristiana el diablo nos atacará en muchos niveles. En primer lugar intentará eliminarnos en nuestro servicio para Dios haciéndonos caer en el pecado, en lo que Dios explícitamente ha dicho que es pecado. Si no lo logra, intentará distraernos de nuestra vocación por medio de cosas que pueden ser legítimas en sí, pero que nos distraen